My Name es la serie de acción que no te podés perder
Qué sucede cuando una persona queda excluida por su pares, abandonada por el sistema que debía protegerla y deshumanizada al ser tratada solo como un problema. Yoon Ji-Woo solo tiene 16 años cuando su padre desaparece y se entera que la policía lo acusa de ser mafioso. Los investigadores la acosan, sus compañeros le hacen bullying y la institución educativa quiere transferirla para no hacerse cargo de ella. La situación empeora cuando su padre muere delante de ella al cumplir los 17 y la policía no muestra interés por encontrar al asesino.
Sabemos que las decisiones de una adolescente consumida por la angustia y la rabia no son las mejores, por eso quiero traerles una cita de Utopía de Thomas More (me hago la intelectual pero aprendí esto por la película Ever After):
“Si permites que tu pueblo sea mal educado y que sus modales se corrompan desde su infancia, y luego los castigas por aquellos delitos a los que su primera educación los dispuso, ¿qué otra conclusión se puede sacar de esto, sino que primero los haces ladrones y luego los castigas?”
Así que cuando vemos a Ji-Woo no rendirse después de no recibir respuesta a sus pedidos de auxilio y unirse a la mafia para luchar, es fácil empatizar con ella y admirarla. Vemos a una adolescente volverse fuerte, aprender a defenderse y encontrar un objetivo para seguir adelante en la vida: encontrar al asesino de su padre.
La destreza y habilidades que el personaje expone le dan una imagen poderosa y, sabiendo que es la protagonista, también se vuelve invencible ante nuestros ojos. Esto hace que sea emocionante seguir la trama y explorar cómo se siente ella al infiltrarse en la policía, descubrir que sus compañeros y la oficina no se sienten como un campo minado y, simultáneamente, tratar de que el jefe de la mafia (su figura paternal) no sea atrapado.
Llega un punto en el que olvidamos que la búsqueda de venganza de Ji-Woo es un indicador de lo herida que está internamente y lo frágil que es emocionalmente. Pero cuando el personaje comienza a hablar de su dolor y vemos indicios de cómo todo puede mejorar, la trama gira de tal modo que ella tiene que abandonar su camino.
No quiero dar spoilers, pero ese es el motivo por el que la victoria del final se siente como una derrota.
La actriz que interpreta a Ji-Woo es Han So-Hee. Me sorprendió lo bien que le quedaba el papel y su capacidad de camaleón para adaptarse al personaje, ya que la había conocido previamente por su trabajo en Nevertheless (Aún Así) en un rol muy diferente. Lo mismo puedo decir de Ahn bo-hyun, a quien conocí en Itaewon Class con un personaje súper detestable y que me enamoró interpretando a Jeon Pil-Do.
En síntesis, disfruté la serie pero no está entre mis favoritas. Los primeros capítulos son muy emocionantes y, en general, tiene buenos cliffhangers que te hacen necesitar seguir viendo. Sin embargo, si hubiera puesto pausa en la mitad del capítulo 4 para seguir mirando otro día, hubiera colgado en seguirla. Además, tampoco la puedo encapsular con esas series que no te podés mover hasta terminarlas, porque en varias ocasiones me encontré a mi misma deseando que el capítulo avanzara más rápido o mirando mi celu.